¡Creo que voy a empezar a romperme!

sábado, 5 de enero de 2013

Prologo



El tren no se detuvo.
A través de la ventana, la niebla se disipó. La maleta cayó al suelo con un gran estrépito que rompió el eterno silencio, el detonante de la soledad.
Era demasiado tarde.
El frío es lo primero que sentí. Luego, la tela del abrigo rozando el cristal para desempañarlo, los tonos carmesí y ocre distribuidos en las hojas. Una carretera consumida, un viaje de otoño en tren que me había resultado casi imposible conseguir.
Entonces cerré los ojos.
Y lloré por primera vez en años.
 De culpa, de alegría. Porque había logrado lo que siempre había querido sin razón alguna. Había sido valiente y tan cobarde a la vez, y porque viendo mi reflejo en ese cristal, ya no me reconocía.
Esta vez  había llegado demasiado lejos. Egoísta y sola.
Todo lo que me quedaba era esa maleta y mis esperanzas parecían estar guardadas también allí dentro.
Todo parecía ser como siempre lo había soñado.
Excepto porque ésta vez, ya no era un sueño.
Era una pesadilla.
Era realidad.
Había huido de mi casa, y nunca regresaría.

2 comentarios:

  1. ¿Sabes? Me gusta mucho más este trocito que lo que tenías antes, ¡y con lo que me gustaba ya LAN!
    Es como si llegara más.

    Había olvidado tu blog, tonti, y no te seguía (asunto remediado ya) y por esas casualidades he llegado por aquí:3

    Te quiero, furcia<3

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    1. Jajaj, gracias tonti mia (: Y no te preocupes, a mi también se me olvida que tengo un blog. Igual te quiero, so loquilla :3

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